Una actitud positiva lo es todo

Si ponerle atención a nuestro cliente es nuestra prioridad número uno, proyectar una actitud positiva le sigue muy de cerca. Nuestra actitud, sea buena o mala, es lo que los clientes van a recordar de sus interacciones con nosotros. Pensemos en como nos relacionamos con los demás. Pensémoslo de esta manera: somos la única persona a cargo de nosotros. Tomamos decisiones para y por nosotros mismos. La mejor decisión que podemos tomar cada día por nosotros y el resto, es mostrarle una cara positiva al mundo. Cuando tomamos la decisión  de mantener una actitud positiva, la proyectamos hacia afuera y, como resultado, todo nuestro entorno nos sentirá más positivo.

Ejemplos de actitudes positivas

Cuando las personas proyectan una actitud negativa, arrastran a los demás. De la misma manera, cuando las personas proyectan una actitud positiva, levantan el espíritu de los otros. Las personas que se rodean de aquellos que parecen feliz, demuestran más entusiasmo y presentan una actitud optimista. Por lo que no importa como nos sintamos, presentar una actitud positiva cuando estamos entregando un servicio ayudará a los otros a tener una actitud positiva hacia nosotros.
  • Sonriamos
  • Apreciemos lo bueno en nosotros
  • Apreciemos lo bueno en otros
  • Creamos en nosotros
  • Creamos en que podemos marcar la diferencia
  • No nos tomemos seriamente
  • Aprendamos a reírnos de nosotros mismos
  • Interesémonos por otros
  • Hagamos algo por el resto
  • Ayudemos a alguien
  • Mostremos entusiasmo
  • Elijamos palabras positivas
  • Si no podemos decir algo agradable, no digamos nada
  • Mantengamos una mente abierta
  • No creemos estereotipos
  • Mantengámonos conscientes de nuestros actos
Incorporando actitudes positivas

No importa como nos sintamos por dentro, podemos proyectar una energía positiva hacia afuera. Cada mañana podemos tener una conversación positiva con nosotros mismos para crear en nuestra mente una visión de presentar una actitud positiva durante el día. Cuando aprendemos a creer en nosotros mismos, en que podemos marcar la diferencia, creamos un potente refuerzo de actitud positiva. Cuando aprendemos a no tomarnos a nosotros mismo muy seriamente, podemos relajarnos y disfrutar la persona que somos. Una buena manera de proyectar una actitud positiva es ofrecerle a alguien ayuda, incluso si es algo tan simple como sostenerle la puerta a un extraño. Cuando estemos trabajando, mantengámonos entusiastas y energéticos,  interesados en nuestros clientes y nuestro trabajo. Siempre démosle lo mejor a cada cliente. Evadamos la tentación de juzgar  a otros o formar estereotipos. Recordemos que todos tenemos un mal día de vez en cuando, así que si no estamos sintiéndonos tan positivo hoy está bien. Solo asegurémonos que mantenemos el sentimiento adentro. Por otro lado, como se establece arriba, cuando proyectamos una actitud positiva comenzamos a sentirnos más positivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario